Bien podría haber incluido a Enrique en mi sección de personas increíbles (razones hay de sobra), pero he decidido centrarme en su faceta de escritor —de «empujalápiz», como él dice— porque a través de su obra literaria he podido descubrir y amar un país que ahora siento como mío.

Los libros de Enrique Herrara son un torrente de imágenes, sonidos, sabores y olores de esa bendita tierra, México. Un canto de amor al lejano terruño que, aunque pasen los años, sigue ocupando un lugar privilegiado en el corazón.

Y sus personajes… Todo un reflejo de la sociedad pasada y presente. Una confrontación de caracteres, de ambiciones y de maneras de entender la vida. Seres entrañables, luchadores, corruptibles e inmaculados, inocentes y villanos, normales y formidables; alegres, soñadores, evocadores…

Mi viaje por los mundos infinitos de Enrique Herrera comenzó con Una familia especial, su segunda novela, todo un canto al amor en todas sus extensiones, no solo en la romántica.

Antes había publicado Vivir soñando, una novela fantástica en la que realidad y espejismo se mezclan en un intenso devenir que te mantiene agarrotado y ansioso, ávido de pasar página tras página.

Después, Sin papeles me acercó al drama de todas esas personas que tienen que dejar atrás su familia, su país y su vida para buscar un futuro más prometedor; una tragedia que se repite demasiado en este planeta nuestro, tan bello y tan decadente a veces, donde la podredumbre de ciertos humanos toma el rechazo como su bandera.

Tres historias trascienden fronteras en Sin papeles, con tres mujeres extraordinarias como base de la trama.

Por último, llegó a mis manos La niña de Ranchu Gubiña, un libro infantil basado en la historia real de Quetzally y el resto de los niños que conforman los Pequeños Picassos, un maravilloso proyecto del maestro Pedro Hernández en Ciudad Hidalgo que acerca el arte a los jovencitos en una comunidad desfavorecida.

Por todo esto, y por mucho más que descubriréis si decidís seguirle de cerca, hoy era el día de hablar de un escritor extraordinario que empuja su lápiz para hacernos soñar a los demás.

Podéis contactar con él en su página de Facebook.